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Dos golpes como los encajados por la Juve en los primeros siete minutos contra el Genoa habría derrotado a cualquiera. Además, el año pasado el partido en Marassi empezó de la misma manera. La Juve tiene fuerza moral y técnica, y además tiene un Dybala monstruoso que le permitieron remontar el partido y conseguir la segunda victoria en el campeonato, antes del parón.
El inicio fue de pesadilla. A los 18 segundos, se escapa Pandev por la izquierda, saca un centro bajo, Chiellini despeja pero el balón golpea en Pjanic y se introduce en la portería. En el minuto siete, tras un contacto en el área entre Rugani y Galabinov y tras consulta en el VAR, Banti indicó el punto de penalti y el delantero búlgaro anotó el segundo gol genovés. La Juve no quería rendirse por segundo año consecutivo y a los siete minutos los bianconeros reabrieron el partido. Pjanic recibe en la izquierda de Higuaín, centra raso para Dybala que, de primeras y con la derecha en el área, fusiló a Perin. La Juventus dominó el resto de la primera parte, sin suerte en varias ocasiones de Dybala, Higuaín y Mandzukic, que se encontraron con el muro formado por Perin. Sin embargo, en el descuento, el VAR volvió a mostrar un penalti, esta vez a favor de la Juventus, por mano de Lazovic ante un tiro de Mandzukic. Dybala anotó el penalti y firmó el empate.
El Genoa salió con fuerza en la segunda mitad y la Juve sufrió para contenerlo, obligando a Allegri a sacar a Matuidi por Khedira. Cuatro minutos después, Mandzukic encontró a Cuadrado en el área, el colombiano controló con el pecho y con la izquierda disparó a la red. Los rossoblù buscaron el empate, con varias ocasiones de Laxalt, Palladino y Lapadula, mientras Allegri introdujo peso y centímetros con los cambios de Barzagli y Bentancur por Lichtsteiner y Pjanic. Sin embargo, fue la Juventus quien sentenció con el hat-trick de Dybala, con un precioso disparo raso al primer palo, coronando una actuación de carácter.
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