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El día que Inglaterra lloraba el fallecimiento de unos de sus campeones del mundo en 1966, Jack Charlton, hermano de Sir Bobby Charlton, el Liverpool, ya campeón de la Premier 30 años después, no pudo ganar este sábado a un Burnley con un estelar Nick Pope bajo su portería, frustrando una y otra vez a los de Jürgen Klopp con sus paradas (1-1). El Burnley acabó así con la racha del Liverpool en Anfield, donde el equipo de Jürgen Klopp había ganado todos sus partidos de Premier dede enero de 2019.

Los ‘reds’ se quedarán sin poder batir uno de los récords que aspiraban a superar, el de victorias en casa: ganando al Chelsea en su último encuentro en Anfield del presente campeonato igualarían las 18 del City de Pep Guardiola, pero no pueden ya mejorar dicha cifra. Sí que está en la mano del Liverpool batir el récord de 100 puntos de los ‘citizens’ en una Premier: los ‘reds’ llevan ahora 93 puntos con 3 jornadas por disputarse.

Andy Robertson, pletórico, avanzó al Liverpool en el minuto 34. Fue un gran gol de cabeza del lateral zurdo, esta vez entrando por la derecha, a pase de Fabinho. En definitiva a única de las muchas oportunidades que tuvo el Liverpool que los ‘reds’ pudieron aprovechar. Por ejemplo, las de Mohamed Salah, en las que le faltó puntería. Pero si la ventaja del campeón de la Premier no era más amplia se debía sobre todo a las grandes paradas de su portero, Nick Pope. La última antes del descanso, para frustrar un disparo de Sadio Mané. Pope, meta internacional inglés pero no el títular, que es Jordan Pickford (Everton), mantuvo a flote al Burnley.

El Liverpool siguió dominando en la segunda parte, incluso con mayor comodidad, Recién iniciado dicho periodo Roberto Firmino estrelló un balón en el palo. Seguían los ‘reds’ sin poder aprovechar sus ocasiones y quien sí lo hizo fue Jay Rodríguez para el Burnley, quien niveló el encuentro tras un pase atrás de James Tarkowski. Era el minuto 69. El partido se le había puesto realmente complicado al Liverpool. El Burnley le ponía muy difíciles las cosas, la puntería de los ‘reds’ seguía escaseando ante un eficiente entramado defensivo del equipo de Sean Dyche. No sólo eso. El Burnley, que aún sueña con ir a Europa, estrelló por mediación de Johann Berg Gudmundsson el balón en el larguero. Al final, un 1-1 que premió a los de Sean Dyche ante un Liverpool que falló demasiado.

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