Un Kean imparable y una Juve muy enchufada superan al Udinese con un amplio 4-1 y con una supremacía que nunca estuvo en discusión. El matador de la noche es el joven delantero, que no sólo convirtió un doblete y forzó el penalti transformado por Emre Can, sino que deleitó al estadio con la frescura y la clase de sus jugadas.
Muchas rotaciones de cara al Atlético, pero no por ello el equipo de Allegri es menos incisivo. Además de los sancionados Pjanic y Cancelo, tampoco fueron titulares Bonucci, Chiellini, Mandzukic, Dybala ni Ronaldo. Un 4-4-2 en el que Barzagli regresó al lado de Rugani, mientras que Spinazzola actuó por la banda derecha, subiendo continuamente hasta las posiciones de Kean e Bernardeschi. La presión de la Juve es consistente desde el primer minuto, y de hecho sólo tuvieron que pasar diez minutos hasta que llegó el primer gol. Alex Sandro roba un balón en el centro del campo, pone el turbo y se inventa un pase de la muerte perfecto para la llegada de Kean quien, en su primer partido como titular en Serie A con la Juve, pone a su equipo por delante.
En el 25' Barzagli debe abandonar el campo y en su lugar entra Bonucci, pero mientras tanto el partido sólo se juega en una mitad del campo. El Udinese no hace nada para tomar la iniciativa y se limita a defender y proteger su posición. Kean sigue por su parte con su exhibición personal, a base de regates, aceleraciones y… goles. En el 39' roba un balón en la zona de tres cuartos, se dirige al área y, cuando se encuentra ante Wilmot, lo engaña con un tiro con la puntera que se cuela entre el palo y el portero.
La Juve vuelve de vestuarios decidida a hacer el tercero y a punto está de conseguirlo en varias ocasiones. Los bianconeros comienzan entonces a bajar el ritmo, pero manteniendo el pleno control del encuentro y golpeando de vez en cuando. Pero el protagonista no es otro que Kean, que en un duelo en velocidad con Opoku llega hasta el área, supera a su rival y este lo derriba. El, penalti, confirmado por el VAR, es transformado por Emre Can. El Udinese se viene abajo y cuando la defensa deja sólo a Matuidi, este sólo tiene que cabecear a la red el centro de Bentancur. Acto seguido el francés deja su puesto a Dybala, mientras que poco después Kean es el que sale entre aplausos para permitir el debut de Nicolussi Caviglia.
El gol de Lasagna al 84' no rebaja el entusiasmo del Allianz Stadium, que canta 'quien no salte no cree', refiriéndose claramente a las posibilidades de remontar al Atlético de Madrid el próximo martes. Es cierto que este partido no servirá para sacar conclusiones de cara a la Champions. Pero mientras tanto, esta noche deja dos señales importantes. Las condiciones de la Juve están en neto crecimiento, como Allegri había previsto, y el pesimismo que se había instalado en el pueblo bianconero tras el partido de Madrid ha quedado atrás. Esta noche, en el estadio se respiraban ganas, convicción, confianza. Y éstas son las bases sobre las que se construyen las hazañas.
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