El Liverpool se quedó con las ganas y cedió un empate 1-1 en casa ante el Everton el domingo en el derbi de Merseyside. Lejos el mejor equipo sobre el terreno de juego de Anfield, los reds igual no pudieron traducir su dominio en un triunfo, pese al golazo de Mohamed Salah. Entre la falta de puntería local y un polémico penal que le permitió a Wayne Rooney rescatar un punto para los toffees, la edición número 229 del derbi terminó con un resultado poco favorable para los de Jürgen Klopp.
Bajo una nevada constante, los dueños de casa mostraron sus intenciones ofensivas nada más rodar el balón. Por mucho que lo intentaran, sin embargo, casi no complicaron la valla defendida por Jordan Pickford. Hasta que apareció la magia de Salah, máximo artillero de la Premier League que llegó a 13 conquistas en la liga (19 en todas las competencias) al minuto 42 con una auténtica obra de arte. En la entrada del área, el egipcio bailó a dos defensores y luego sacó un hermoso tiro cruzado a la escuadra. Golazo y ventaja al descanso para los reds.
El dominio local continuó en la segunda parte, con el Liverpool monopolizando el esférico y asediando el área rival. El mismo Salah pudo aumentar la ventaja local, al igual que Sadio Mané y Joe Gómez, este último con un cabezazo que se fue apenas por encima del horizontal. Sin embargo, todo cambió al minuto 77. Cobro de penal a favor del Everton, por una falta inexistente de Dejan Lovren sobre Calvert-Lewin, y Rooney sentenció desde los 12 pasos. Un resultado amargo para un Liverpool que hizo méritos de sobra para quedarse con el triunfo.
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