Probablemente el peor partido de la Juventus en los últimos años. Al Genoa le bastó media hora para sentenciarlo y hacer tres goles, los bianconeros han sido incapaces de reaccionar a la agresividad del Genoa.
En la víspera Allegri había advertido de la dificultad del partido. Y a los tres minutos los locales ya estaban por delante en el marcador. Buffon y Alex Sandro rechazan los tiros de Rigoni y Ocampos, pero Simeone, con el portero en el suelo, llevó el balón a la red. El grifone no se conformó y a los 13 minutos llegó el segundo. Lazovic centra y Simeone cabecea a gol. Los bianconeri intentaron reaccionar, pero antes de la media hora sentenció el Genoa. Rigoni, que había fallado otra oportunidad clara poco antes, encontró el gol tras un córner gracias a un desvío de Alex Sandro. La pesadilla continuó en el minuto 33 cuando Bonucci, con problemas musculares, tuvo que ser sustituido por Rugani. El descanso fue un alivio.
La Juventus comenzó la segunda parte con alguna señal de recuperación, con disparos de Pjanic y Khedira que no encontraron portería. Allegri pasó a defensa de cuatro con el cambio de Higuaín por Lichtsteiner, dando más espacios en defensa que a punto estuvo de aprovechar Simeone, cuyo disparo desvío Buffon.
A medida que avanzaba el tiempo el ritmo bianconero caía y los locales, con orden, consiguieron mantener al equipo de Allegri lejos del área. Pjanic, de libre directo, consiguió recortar distancias, pero ya era tarde. Por si fuera poco, la Juve acabó el partido con diez por la lesión de Dani Alves, sin cambios restantes. Una media hora para olvidar; o para analizar y recordar. Porque puede ocurrir un partido así. Pero no repetirse.
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