Sobraron las emociones pero faltó el gol entre el Liverpool y el Manchester United, que repartieron puntos tras firmar un empate 0-0 la noche del lunes en Anfield. Por lo mostrado en la cancha, sobre todo en la segunda mitad, el resultado seguramente no dejará del todo satisfecho a un conjunto red que dio muchos argumentos para quedarse con el triunfo. Aún así, el club que dirige Jürgen Klopp extendió su racha invicta en la Premier League a seis partidos y se mantiene en el cuarto lugar de la tabla con 17 unidades.
El Liverpool empezó tibiamente, sin mayor profundidad ofensiva ante un United que cortó los avances locales con precisión y dejó al portero David De Gea sin mucho que hacer hasta el minuto 29, cuando controló un cabezazo a quemarropa de Roberto Firmino. Fue la mejor ocasión del primer tiempo, muy trabado y prácticamente sin ocasiones de real peligro a pesar del dominio visitante. Sin embargo, Loris Karius se vio sólido las veces que fue exigido en el arco de los reds.
Para la segunda mitad, el juego se abrió y empezaron a llegar las situaciones. Primero avisó el United con un cabezazo mal ejecutado por Ibrahimovic frente a gol. El Liverpool respondió con un disparo dentro del área de Emre Can que probó los reflejos de De Gea, quien se luciría nuevamente a los 71’ al estirarse cuan largo es para desviar un cañonazo de Philippe Coutinho. De esta forma, los reds tuvieron que conformarse con el empate, trabajar la puntería y pensar en el próximo duelo, el sábado ante el West Bromwich Albion.
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