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Se decide en la tanda de penaltis el choque entre el Melbourne Victory y la Juventus tras el 1-1 del tiempo reglamentario, con un golazo del central español Carlos Blanco y el empate posterior de Ingham en el Melbourne Cricket Ground, estadio con capacidad para 100.000 personas. Desde el punto de penalti se mostraron más acertados los australianos, que se adjudican el choque pero lo que cuenta es haber acumulado minutos en las piernas y haber comprobado la calidad de los jóvenes que Allegri se ha traído a esta gira.
Allegri renuncia para este choque a Benatia, Pereyra y Pjanic para permitirles recuperarse del duro trabajo realizado con vistas al choque ante el Tottenham. La Juve parte con defensa de tres y con Dybala arriba pero viniendo mucho al centro del campo para participar en el juego. El ritmo no es muy alto pero en la primera parte los bianconeri llegan a menudo al área rival, con remates de Lemina, Rugani, Cerri o una falta del propio Dybala. Pero la ocasión más clara llega con un cabezazo de Berisha que desvía a córner Neto.
En el descanso, Allegri realiza ocho cambios: sólo siguen en el campo Neto, Marrone y Pol Lirola. Llegan remates de Kastanos y Padovan antes de la genialidad de Carlos Blanco en el minuto 58. El central español recupera un balón en el círculo central, ve adelantado al portero y golpea con precisión la pelota desde unos 50 metros. Golazo que merece los aplausos del público, los compañeros y Allegri, que sonríe en el banquillo. Tras el gol, los australianos aumentan el ritmo y Audero, entrado por Neto, debe realizar un par de buenas paradas. Pero a siete minutos del final, Ingham recibe en el borde del área y suelta un disparo raso que significa el 1-1 con el que termina el choque.
Se va a los penaltis. Audero para el disparo de Valeri pero en la Juve fallan Macek y Padovan, por lo que el Melbourne se adjudica el primer partido de la International Champions Cup por 4-3.
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