Respiraba San Siro aires de grandeza, una sensación desconocida durante largo tiempo para un Milan venido a menos que, sin embargo, había comenzado esta Serie A con dos triunfos consecutivos que ilusionaban a la afición de la mano del nuevo entrenador Pippo Inzaghi. La Juventus, actual campeona del Scudetto, visitaba este sábado la capital lombarda en igualdad de puntos con el Milan.
En una insulsa primera parte con ocasiones contadas para ambos bandos, el Milan, con la ausencia de Diego López bajo palos, mostró mayor rigor defensivo y orden táctico que en el partido de la pasada semana ante el Parma (4-5), anárquico de principio a fin, de esos que gustan a los aficionados y aborrecen los entrenadores, dispuestos siempre a corregir.
Empeñado Carlos Tévez en culminar una semana de esplendor, acabó batiendo a Abbiati mediada la segunda parte y silenció el majestuoso estadio de San Siro. Fue el 'Apache' nuevamente protagonista en el marcador, esta vez tras una asistencia de un excelso Pogba, mariscal de la medular bianconera. El delantero argentino ya dio el triunfo a los suyos el pasado martes ante el Malmö en el estreno europeo. Eterno Tévez.
Fernando Torres, que sigue añadiendo los nombres más grandes a su trayectoria, debutó con el Milan en los instantes finales. Entre poco y nada pudo ofrecer el de Fuenlabrada al conjunto de Inzaghi, que claudicó ante el campeón por la mínima. La renovación milanesa continúa su curso en esta Serie A. Reencontrado el espíritu, mil duelos les quedan por delante para corroborar con resultados. La Juventus fue demasiado este sábado.
Así, pleno de victorias para el el equipo de Massimiliano Allegri, que supera los murmullos sociales de una hinchada que desconfió de él tras su fichaje. Nueve de nueve; liderato y contundencia. Aires de grandeza.
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