El dueño del Liverpool, el empresario estadounidense John William Henry, afirmó hoy que se están haciendo "progresos" en el proyecto para renovar el histórico estadio de Anfield, un plan cuyo coste cifró en 154 millones de libras (181 millones de euros). Henry advirtió de que el principal obstáculo para llevar adelante la remodelación del estadio, que pasaría de 45.000 a 60.000 asientos, no está en la financiación, sino en los permisos municipales y la compra de terrenos adyacentes al estadio.
El fundador de la compañía Fenway Sports Group, que compró el Liverpool por 300 millones de libras (375 millones de euros) en 2010, señaló al diario Liverpool Echo que los antiguos dueños de la entidad, los también estadounidenses Tom Hicks y George Gillet, "hablaban de pedir prestada una cantidad enorme de dinero".
"Querían construir una nueva instalación gigantesca. Eso no es lo que nosotros estamos haciendo", apuntó Henry, que en octubre de 2012 anunció oficialmente que renunciaba al proyecto de levantar un nuevo estadio en la zona de Stanley Park, en Liverpool. Ese coliseo se proyectó en 2002, pero las obras nunca llegaron a comenzar. "Uno de sus problemas (de los anteriores dueños del club) es que nunca iban a conseguir la financiación necesaria", señaló el empresario estadounidense.
Henry aseguró que "la financiación no va a ser un problema" para su compañía y que el único escollo que queda por superar para llevar adelante el proyecto es que falta "certidumbre" sobre la posibilidad de comprar los terrenos adyacentes al actual estadio, levantado en 1884. El plan de Henry es similar al que Fenway Sports Group proyectó para el estadio del equipo de béisbol estadounidense Red Sox, también de su propiedad. En 2005, la compañía dio carpetazo al proyecto de construir un nuevo recinto y se decantó por ampliar el estadio de Fenway Park, en Boston (Estados Unidos).
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