Un encuentro fantástISCO

Phoenix es una ciudad próspera al borde del desierto. Ni les gusta ni necesitan el soccer para vivir. Disfrutan con el fútbol americano y el beisbol en campos refrigerados. El descomunal estadio de los Cardinals de Arizona albergó el clásico Real Madrid-Los Ángeles Galaxy de pretemporada. No había mucho más que contar, como en anteriores ediciones, hasta que apareció Isco. Aquello fue como una fuente de agua en el desierto. Un suministro de fútbol sobre el que habitan genios como Ronaldo o Benzema. Un pase excepcional del malagueño en el primer tiempo a Cristiano acabó con el tanto de Di María. Otro desplazamiento de tiralíneas a Benzema no lo desaprovechó el francés. Karim, por cierto, sigue marcando. Esta vez por partida doble y ya es Pichichi.

Carlo Ancelotti sigue buscando su mejor esquema para su Madrid. De aquel árbol de Navidad que se vio en el segundo partido ante el Olympique queda poco más del tronco. El entrenador ha ido acoplando su dibujo a los jugadores. Sabia decisión.

Al final, no es fácil encajar al Madrid en un esquema. A la hora de atacar, no lo intenten demasiado. Hay cinco jugadores que se mueven por todo el franco de ataque. Contra Los Galaxy, fueron Isco, desde la izquierda, Modric y Casemiro como mediocentros, Di María por la derecha y Ronaldo y Kaká arriba. Pero eso es solo el punto de partida.

La realidad es que Cristiano es ahora mismo delantero, aunque ya dijo Ancelotti que el luso tiene que estar cómodo en el campo y le está dando libertad. Juega más por el centro que antes, pero sin ataduras. Cuando el ataque es posicional suele estar por detrás del punta, pero si recupera rápido y con espacios intenta arrancar por la izquierda para aprovechar su velocidad y disparo.

El sistema, un 4-4-2 cuando se defiende, ha liberado también un poco más a Di María. Arranca por la derecha, bien hacia afuera o por dentro. El que sigue sin estar cómodo le pongan el dibujo que le pongan es Kaká. En este partido jugó de segundo punta, pero tampoco se le vio con ideas.

Con permiso de Cristiano, que volvió a marcar, la sensación volvió a ser Isco. El malagueño se sacrifica a una banda para defender, pero cuando la pelota la tiene el Madrid hacia allí va él para aparecer siempre. No le hace falta mucho para demostrar su potencial. Cada pase suyo es una obra de arte. Metió un balón increíble a Ronaldo para fabricar el primer gol. El luso se la puso en bandeja a Di María y éste abrió el marcador.

Benzema aparece para sentenciar

En la segunda parte, Benzema se colocó donde Cristiano y Nacho por Pepe. El mago siguió siendo Isco. Nada más empezar le metió otro pase largo muy similar al del primer tiempo que dejó en una posición inmejorable a Benzema. El francés, que no le tiembla el pulso, se la cruzó perfecta al portero. Al margen de los goles, Isco hizo una jugada personal que no terminó en gol, pero que aún así puso en pie al estadio.

Al margen de repertorios de pases y recortes del malagueño, Villarreal intentó ponerle un poco de emoción al partido con un golazo, pero pronto apareció Di María donde más le gusta, por la banda, para poner una pelota en la cabeza de Benzema.

El Madrid volvió a ganar a Los Galaxy, como cada pretemporada. Ahora espera el siguiente rival del torneo, el Everton de Roberto Matínez este domingo.

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