No pudo ser. Las finales suelen decidirse por pequeños detalles y el Real Madrid los tuvo todos en contra. Tres remates a los palos y un balón que sacó Juanfran sobre la línea de gol llevaron el encuentro a la prórroga después de que en la primera mitad Cristiano Ronaldo adelantase a los blancos y Diego Costa igualase el partido. En el tiempo extra, y a falta de cinco minutos para que concluyese la primera mitad, un gol de Miranda dio la victoria al Atlético. Las ocasiones de las que dispusieron los madridistas a continuación, algunas de ellas con un jugador menos por la expulsión de Cristiano Ronaldo en el 109’, no dieron réditos a un equipo que por juego y ocasiones mereció más pero se encontró con los postes y la inspirada actuación de Courtois.
Real Madrid y Atlético se disputaban el último título de la temporada en España. Lo hacían además en el estadio que más finales de la Copa del Rey ha acogido. Un marco único para un derbi de altura. Los madridistas salieron dominadores y con una presión asfixiante que ahogó la salida de balón del conjunto rojiblanco. De hecho, nada más sacar de centro el Atlético y recuperar el esférico, el Real Madrid tuvo cerca de dos minutos de posesión que sólo pudo ser interrumpida en falta. No extraña, por tanto, que el primer disparo a puerta fuera del conjunto que ejercía de local. El remate de Cristiano Ronaldo se envenenó al golpear en un defensa rival, pero Courtois atajó el balón sin problemas en el 5’.
La igualdad en el marcador se rompió un minuto antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora. La conexión Özil-Cristiano Ronaldo volvió a funcionar a la perfección. El alemán fue el encargado de sacar el córner y el portugués de adelantar a su equipo con la cabeza. El gol llegó de la misma forma, con un prodigioso testarazo, y tuvo al mismo protagonista que el que decidió la final de 2011 en Mestalla. El Real Madrid ya estaba por delante, pero aún quedaba mucho partido. Y precisamente ese tanto envalentonó al Atlético, que subió líneas, aumentó su presión y marcó a diez minutos para la conclusión de la primera mitad. Falcao asistió y Diego Costa definió de remate cruzado. Diego López tocó el balón, pero éste golpeó en el palo y se alojó en su portería. Vuelta a empezar.
Si el poste fue decisivo en el empate rojiblanco, también lo fue para que los madridistas no se marcharan al descanso con el marcador en franquía. La preciosa volea de Özil desde la frontal fue repelida por la madera en el 43’. No cambió mucho el inicio de la segunda mitad con respecto al de la primera. La mala suerte se cebaba de nuevo con los blancos, que volvieron a encontrarse con el palo en el 60’. La jugada fue de Cristiano Ronaldo y el remate de Benzema. Para dar todavía más énfasis a la falta de fortuna de los madridistas, Juanfran sacó sobre la línea de gol el disparo posterior de Özil. Y para colmo, siete minutos más tarde el poste, por tercera ocasión, evitó que los locales se adelantaran en una falta que sacó Cristiano Ronaldo. Tremendo. Los pequeños detalles deciden las finales y el Real Madrid, que estaba mereciendo mucho más, parecía tenerlos en contra.
La final llegó a la prórroga y el Real Madrid debía afrontarla sin la dirección de Mourinho, que fue expulsado de la zona técnica por Clos Gómez en el 77’. Los blancos se reforzaron para el tiempo extra con tres futbolistas: Di María, Higuaín y Arbeloa sustituyeron respectivamente a Modric, Benzema y Coentrão. Todo se ponía cuesta arriba en el 98’. Un centro de Koke lo remata a la red Miranda en el primer palo. Más difícil todavía. Higuaín tuvo el empate en el 105’, pero su volea fue despejada por Courtois con la pierna izquierda. Ya en la segunda mitad, el portero belga, que fue el héroe visitante, volvió a lucirse en un mano a mano con Özil en el 109’. Cinco minutos más tarde fue expulsado Cristiano Ronaldo y los madridistas, pese a estar con un jugador menos, lo siguieron intentando hasta el final. No pudo ser.
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