Pekín se tiñe de bianconera en el primer entrenamiento

Habrá sido por el viaje y las pocas horas de sueño, pero encontrar más de 500 tifosi en las tribunas del Olympic Park, vestidos con camisetas, bufandas y banderas, para los bianconeri ha sido una buena inyección de energía.

Entre Châtillon y Pekín hay poco menos de 10.000 kilómetros de distancia pero, aún con todas las diferencias entre ellas, la pasión con la que han sido acogidos los campeones de Italia ha recordado un poco a todos el calor del público que acompañó los días de concentración en el Valle de Aosta.

Los cánticos, rigurosamente en italiano y entonados también con un discreto acento, han escoltado al equipo en su ingreso al campo y han proseguido durante toda la duración del entrenamiento. Y bastaba un saludo, o un gesto de agradecimiento por parte de los jugadores, para desencadenar el pandemonio en las gradas.

Tras la ligera sesión de esta mañana, la Juve ha empezado por la tarde con lo serio, dedicándose a un partidillo 11 contra 11 a campo reducido, precedido solo por algún cambio a balonmano, útil como calentamiento.

Después se ha pasado a la parte atlética, con el 'péndulo': una serie de carreras, primero a todo el campo, después a 50 y 25 metros, intercaladas por pocos segundos de parón para recuperar el aire.

Un viento ligero ha mitigado el calor de las primeras horas de la jornada, haciendo aun más agradable el trabajo de los bianconeri, que ha durado en total cerca de una hora y media y terminado con el obligado saludo al público que, como es tradición, ha apoyado al equipo hasta el final.

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