En el inicio de la Premier League, el West Brom le dio un paseo con un marcador de 3-0 a los visitantes. En un encuentro en el que los dos estrenaron técnico, por un lado, Steve Clarke, por el otro Brendan Rodgers.
De inmediato ambos equipos estaban decididos a tomar el control de la posesión. Los primeros cinco minutos fueron una batalla aguerrida en el mediocampo, con solo pequeñas insinuaciones tanto baggies como reds. Fue al minuto diez donde de la mano de Luis Suárez realizando una gran jugada individual que se originó la primera oportunidad de peligro claro.
De a poco los chicos de Rodgers tomaban mayor control de los tiempos del juego y empujaban al West Brom hacia su propio mediocampo. De nueva cuenta el charrúa Suárez estuvo cerca de anotar su primer gol en liga recortando dentro del área de buena manera, pero para su mala fortuna, el disparo salió con poca potencia a las manos de Foster. El partido se tornó insípido durante un largo lapso, el Liverpool quería pero no podía superar el bloque defensivo de los locales, ligeras intenciones del West Brom, pero no más.
Al minuto 30, como si fuera el único, Suárez por tercera ocasión rozó la meta contraria, cabeceando un balón enfrente de la portería que no tuvo dirección suficiente para celebrar el primer gol de la temporada. El gol llegó al minuto 40: un tiro de esquina rechazado por la zaga roja le quedó perfecta a Gera, que la empalmó después de haberla controlado de pecho.
El Liverpool trató de responder rápido, pero el ánimo decayó y no consiguieron concretar ni una ocasión de peligro antes del término de la primera parte.
El segundo tiempo inició en el mismo tenor a pesar del resultado, el Liverpool encima del West Brom, aunque sin tener precisión en el último cuarto de cancha, la decisión de Rodgers de jugar a Downing y a Johnson a pierna cambiada, dos de los principales proveedores del equipo, parecía pesarle a los reds.
Al minuto 58, un resbalón de Kelly dejo mal parada a la defensa del Liverpool, Agger, en un intento desesperado de evitar la caída de su marco, cometió un penal además de ganarse una tarjeta roja, penal que Pepe Reina se encargaría de atajar a Shane Long.
El momento era de los de Steve Clarke, se sentían cómodos, y los de Merseyside se encontraban desconcertados, prueba de ello fue el error infantil de Martin Skrtel, dentro del área le anticiparon la recepción de la pelota y terminó cometiendo el segundo penal en contra en menos de 5 minutos. Está vez, Odemwingie se encargó de hacer caja, y poner el segundo en la frente de los visitantes.
El West Brom cerró el partido, además de estar cerca del tercero con un gran fallo de Morrison, de igual manera, el tercero estuvo en la cabeza de Lukaku: un disparo desviado por Gerrard le quedó a los locales dentro del área, que aprovecharon la fortaleza del ex jugador del Chelsea, que con un cabezazo puso al Liverpool en estado catatónico.
Al final, solo fueron 3, pudiendo ser 5 o hasta 6, una exhibición del West Brom que pone muchas dudas y sobre todo presión al proyecto de Brendan Rodgers, que ahora tendrá que seguir adelante ya que los reds tienen al City y al Arsenal como siguientes rivales.
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