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"En Italia significa que llevas un cuchillo entre los dientes. Es un guerrero, o alguien que nunca se rinde y siempre va a levantarse si se cae". Cuando Fabio Borini mete un gol, se pone la mano izquierda en la boca en posición horizontal y avisa con morder. El otro brazo lo extiende lo máximo posible saludando al público. Es original. Dice que gustó en el Swansea y en la Roma, así que también tendría que hacerlo en el Liverpool, donde aún no ha jugado un minuto pero ya se habla de su forma de celebrar los goles. Es el único fichaje de los reds hasta el momento. El primero de Brendan Rogers, un gran conocedor del delantero italiano, pues lo dirigió en los reservas del Chelsea y más tarde en el Swansea, donde Borini fue cedido unos meses y tuvo un papel trascendente en el ascenso a la Premier League.
"Sin ninguna discusión, es físicamente el mejor jugador con el que he trabajado, en términos de ritmo, fuerza y salud". Rogers está encantado con su contratación, aunque el titular que soltó en la bienvenida quizá no sea el más afortunado. Más que de rendimiento físico, al Liverpool le conviene talento y goles, cualidades que Borini también atesora. Una de las penas del club inglés la pasada temporada fue la falta de acierto ante meta y la poca capacidad goleadora de hombres como Dirk Kuyt o Stewart Downing, dejando la responsabilidad total en Luis Suárez, con Andy Carroll entrando y saliendo del once. Kuyt se ha marchado al Fenerbahçe y su puesto lo ocupará Borini, que puede jugar en el eje o caído a la banda derecha, como hizo habitualmente en la Roma de Luis Enrique.
Borini asegura que le encanta trabajar con Rodgers: "Como entrenador es grande. Sabe lo que va a hacer todos los días, es muy organizado. Se puede ver en el campo de entrenamiento, él llega temprano y realmente quiere trabajar y mejorar cada día. Creo que él es el tipo de técnico que a los jugadores les encanta. Me encanta jugar para él".
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