El partido de la primera vuelta, donde Stark expulsó de manera injusta a Pepe, condicionó una eliminatoria que el Real Madrid no mereció perder. En la vuelta pudo adelantarse 0-1 con un gol de Higuaín que De Bleeckere no dio como válido al interpretar que Cristiano había hecho falta sobre Mascherano tras caer en un contacto con Piqué.
El partido comenzó a velocidad de cruzero. Cada segundo, cada minuto que pasaba corría en contra del Real Madrid. Mourinho apostó por Kaká y por Higuaín en el once inicial. Buscaba pegada y juego asociativo. Los blancos presionaron de salida, corriendo como posesos a cada hueco y a cada desmarque de los jugadores blaugranas. Eso desconcertó al Barcelona en los primeros instantes. Sobre el rapidísimo césped del Camp Nou el esfuerzo físico del Real Madrid era extraordinario. Con Lass y Xabi Alonso multiplicándose en labores defensivas.
Los primeros 30 minutos transcurrieron sin ocasiones de gol para ninguno de los dos equipos. Pero en el último cuarto de hora se desató la locura. Y ahí, como no podía ser de otra forma, surgió la figura de Casillas. Del 30’ al 36’ el Barcelona generó cuatro ocasiones de gol a manos de Messi, por partida doble, Villa y Pedro. Las cuatro las sacó de manera magistral el capitán blanco. El Madrid sufría ante el acoso de los de Guardiola, pero buscaba la portería de Valdés. En una rápida contra Cristiano centra al área pero Valdés se adelanta a Di María y bloca el balón. Así se llegaba al descanso.
La segunda mitad comenzó con el Real Madrid ya metido en terreno del Barcelona. Y fruto de esa presión llegó la jugada polémica del encuentro. En el 48', Cristiano arranca en velocidad, Piqué le sale al paso y el portugués cae. En el impulso de la caída derriba a Mascherano y el balón llega a Higuaín, que marca el 0-1. De Bleeckere no da validez al tanto y señala falta de Cristiano, en lo que había sido el primer gol del Real Madrid. Fue la jugada más decisiva del encuentro para un Madrid que seis minutos después se encontró con el 1-0, obra de Pedro. El tinerfeño recibe un balón en profundidad de Iniesta y, rompiendo el fuera de juego, bate por bajo a Casillas.
Tras el tanto, Karanka movió el banco y sacó a Adebayor por Higuaín. En el 60’ Özil sustituía a Kaká. Había que volcarse sobre la meta de Valdés. En el 64’ iba a llegar el 1-1. Jugada de Di María que se interna en el área y su remate se estrella en el poste. El propio argentino recoge el balón y cede al área para que Marcelo bata a Valdés. El estadio azulgrana enmudeció. Había partido. 26 minutos para soñar con la remontada. El Real Madrid se lanzó sobre la portería del Barcelona mientras los locales buscaban alargar las posesiones para desactivar a los de Mourinho. Guardiola quitó a un delantero como Villa y metió a Keita, más músculo para el centro del campo culé.
Los minutos pasaban y el Real Madrid necesitaba dos goles. El Barcelona esperaba a los blancos en su campo. Buscando una contra para cerrar el partido, pero a los madridistas ye les daba igual. El encuentro se moría y el sueño de la final tocaba a su fin. Pero el Real Madrid caía eliminado siendo fiel a su historia. A sus 109 años. Dando la cara hasta el final.
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