La excelente secuencia goleadora de Karim Benzema -10 goles en los últimos ocho partidos del Real Madrid- ha permitido al francés igualar los registros goleadores de David Villa. A estas alturas, ambos suman 21 dianas entre Liga, Champions y Copa.
La brecha entre Benzema y Villa ha desaparecido en cuestión de semanas. El francés es, con Messi, el mejor artillero de la segunda vuelta -nueve tantos por cabeza-, mientras que el último gol de Villa llegó en la jornada 25, en Mallorca. Desde entonces, cuatro partidos de Liga y uno de Champions en blanco.
Curiosamente, la comparación entre ambos atacantes la alimentó el propio José Mourinho. Fue el pasado 26 de octubre de 2010, en la rueda de prensa previa a la visita del Madrid a Alicante, al explicar la inclusión en la lista de Benzema: "Está convocado, aunque no está jugando bien. Pero hay equipos que tienen jugadores que también han costado mucho y que tampoco le hacen un gol a nadie".
Más allá de las cantidades pagadas por Madrid y Barça por ambos -36 y 40 millones de euros, respectivamente-, el destinatario del dardo de Mou era evidente. En aquel momento, Villa sumaba dos goles en Liga, por tan sólo uno de Benzema. Sin embargo, las palabras del portugués parecieron espolear al Guaje, que a partir de ese momento comenzó a mejorar sus números de forma espectacular. De hecho, suma ya 17 tantos en Liga -con cuatro dobletes-, y comparte podio en el Pichichi con los estratosféricos Cristiano y Leo Messi.
El despegue de Benzema se hizo más de rogar. De hecho, tras la lesión de Gonzalo Higuaín, Mourinho insistió en la contratación de un '9', pues consideraba que Karim no ofrecía suficiente garantía de gol. Y fue con la llegada de Emmanuel Adebayor cuando Benzema empezó a ver puerta con más asiduidad. El mismo día del aterrizaje en Madrid del togolés, el '9' dibujó una joya en el Pizjuán -ida de cuartos de Copa-, y, aunque 'Manu' pareció tomarle la delantera con dos tantos -Sevilla, en la vuelta copera, y Real Sociedad-, Benzema tuvo una oportunidad y la aprovechó. Gol ante el Levante, en un duelo 'menor', previo a la visita de Champions al Lyon. En Gerland, el estadio que le vio hacerse como futbolista, llegó el definitivo punto de inflexión. Suplió al titular Adebayor y en apenas un minuto robó el balón que él mismo, tras un gran eslálom, convirtió en el 0-1. Hasta Florentino se llevó las manos a la cabeza.
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