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El Liverpool sufrió una dura derrota ante el Tottenham Hotspur, cayendo 4-1 en el Wembley Stadium. Lo del domingo fue un partido para el olvido para Jürgen Klopp y compañía, que nunca pudieron imponer su característico juego de presión ofensiva.
Los reds salieron con el pie izquierdo y ya perdían por dos a cero antes del primer cuarto de hora. Harry Kane (4’) y Son (12’) anotaron los goles locales que pusieron al Liverpool contra las cuerdas y llevaron a Klopp a meter a Alex Oxlade-Chamberlain por Dejan Lovren en un cambio aparentemente táctico promediando el primer tiempo.
Mohamed Salah encendió una luz de esperanza para los visitantes a los 24', recibiendo un balón al vacío y definiendo cruzado ante la salida del meta Hugo Lloris. Sin embargo, los spurs volvieron a ponerse arriba por dos goles de diferencia al filo del descanso, cuando apareció Dele Alli para fusilar a Simon Mignolet.
Cualquier posibilidad que tenían los reds de lograr la remontada se esfumó al minuto 56, con el segundo tanto de Kane. Pese a las circunstancias, el Liverpool jamás se rindió e inluso pudo acortar distancias, pero tanto Philippe Coutinho y Salah se toparon con un muro llamado Lloris.
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