El Manchester se impuso al Liverpool por 2-1 en un partido marcado por el reencuentro de Patrice Evra y Luis Suárez tras los ocho partidos de sanción al uruguayo por insultos racistas al franco-senegalés. Evra pudo celebrar la victoria gracias a los dos goles de Wayne Rooney en la segunda parte. Suárez marcó para los visitantes.
El delantero ex del Everton se siente cómodo ante su viejo rival y se bastó para terminar con el Liverpool. Suárez transformó el gol para los de Dalglish.
El "superclásico" de la Premier League comenzó con mucha intensidad por parte de ambos conjuntos. Cada acción en los primeros minutos llevaba el peligro a las áreas de De Gea y Reina. Que el Liverpool pusiera más ganas en el tanteo de sensaciones iniciales fue un espejismo, y no atacó con fuego real durante los 90 minutos. En cambió el conjunto de Sir Alex Ferguson fue acomodándose poco a poco al duelo, y tanto Scholes como Giggs hacían que los locales tuvieran el balón, y que Valencia y Welbeck llegasen con peligro a las inmediaciones del área para poner balones a Rooney. El ecuatoriano se convirtió en el mayor peligro para el Liverpool y amenazaba desde la banda derecha donde sólo le podían parar con falta. El medio campo del Liverpool no terminaba de carburar y Gerrard apenas contó con presencia en el partido, casi sin ayuda de Downing, Henderson y Spearing. Con el resultado inicial se llegó al descanso.
Así en la segunda parte no tardó en aparecer un Wayne Rooney que está en racha, lleva 4 goles en los dos últimos partidos, y tras un córner en el primer minuto tras la reanudación, que no acierta a despejar la defensa visitante, el 10 del Manchester se encontró un balón franco dentro del área pequeña perfecto para fusilar a Reina, que nada pudo hacer. Roto el exoesqueleto del equipo de Kenny Dalglish, Rooney pescó de nuevo 5 minutos después. Aprovechó una asistencia para plantarse sólo delante de Pepe Reina, y en el duelo no falló disparando entre las piernas del guardameta internacional español y convirtiendo el segundo ante la mirada siempre ávida de victorias del entrenador escocés Alex Ferguson. Dalglish metió entonces algo más de pujanza en la línea de arriba de su equipo: salían del campo Spearing y Downing y entraban Bellamy y Andy Carroll.
Sin ideas ni fútbol, a veces las ocasiones se presentan por sí solas, y Luis Suárez aprovechó la única oportunidad generada en la segunda parte para marcar el 2-1, y poner algo de misterio hasta el minuto 90. Fue algo inocuo. Carroll sigue sin tener ritmo y estuvo muy desacertado cuando se le necesitó. De Gea sólo tuvo que intervenir en una ocasión para salvar el empate por un fuerte disparo de Johnson que iba por alto y metió la manopla para desviar a córner. Espectacular de nuevo el joven cancerbero madrileño. Suárez tuvo en su cabeza la última ocasión para que el Liverpool se llevase algo positivo del "Teatro de los Sueños", pero su remate se marchó alejado del marco con todo a su favor. El superclásico se convirtió casi un trámite para los "Red Devils" que pudieron celebrar la victoria en el retorno del uruguayo al once de Liverpool.
El Liverpool se queda en la séptima posición con 39 puntos y a 3 de la plaza que da acceso a jugar la Europa League la temporada próxima que ocupa ahora el Newcastle.
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