El Real Madrid lo hizo todo para ganar al Barcelona. Pero no fue posible. A veces el fútbol es injusto y este partido lo demuestra. Los de Guardiola marcaron dos goles en los dos únicos disparos a portería que hicieron a lo largo del partido. El equipo madridista puede marcharse tranquilo del Bernabéu. Lo dio todo en el campo, intentó llevarse la victoria hasta el último minuto y la afición se lo agradeció apoyando a los de Mourinho hasta el final. El empate no refleja lo que sucedió en el Bernabéu pero el fútbol es así. Ahora toca ir a ganar a Barcelona. La Supercopa se decidirá en el Camp Nou.
El Real Madrid comenzó el partido a una velocidad de crucero. Lanzado desde el minuto uno sobre la portería de Valdés. El Barcelona, atónito, asistía al espectacular despliegue físico y táctico de los de Mourinho. Los de Guardiola no se sentían cómodos sobre el césped de un Bernabéu que rugía con cada acción del Real Madrid. Así, en el 12’, iba a llegar el primer gol del Real Madrid. Benzema recoge el balón en la frontal, encara a Abidal y pone un balón perfecto a Özil para que el alemán, con gran frialdad, bata a Víctor Valdés. El gol no cambió los planes blancos. Lejos de aguantar el resultado o de dar un paso atrás para esperar al Barcelona, los locales siguieron buscando la meta de Valdés. Benzema tuvo el 2-0 en el 28’ pero el portero le sacó el balón.
Cuando todo el mundo esperaba el segundo gol del Real Madrid surgió la figura de Villa para, con un gran disparo desde fuera del área, hacer el 1-1 en el 35’. Era el primer remate del Barcelona y los blaugrana empataban en el marcador. El gol dejó tocada la moral de los de Mourinho. Aun así, Cristiano Ronaldo tuvo el 2-1 pero su disparo se marchó algo desviado. Pero el fútbol aún le guardaba otra crueldad al Real Madrid. En el 45’ Messi se aprovecha de un resbalón de Pepe para quedarse solo delante de Casillas y hacer el 1-2. Sin tiempo para más se llegaba al descanso. De manera incomprensible, el once madridista se marchaba a los vestuarios con una derrota parcial.
La segunda mitad arrancó con un Real Madrid volcado sobre la portería de Valdés. El once blanco salió enrabietado por la injusticia del marcador. Mourinho movía el banco y daba entrada a Fabio Coentrão en el 53’ por Di María. En ese mismo minuto iba a llegar el 2-2. Córner que bota Özil, el balón le llega rebotado a Pepe dentro del área, lo aguanta y lo cede a Xabi Alonso para que este, de un gran disparo cruzado, bata a Valdés. Quedaban 37 minutos para el final y la victoria era posible.
En el 57’ Mourinho metió más gol en el campo y sacó a Callejón por Khedira. Las ocasiones de gol comenzaron a sucederse. En el 63’ un lanzamiento de falta de Cristiano Ronaldo se marcha fuera por muy poco. En el 66’ Benzema remata solo dentro del área pequeña de cabeza pero su balón va a las manos de Valdés. El Barcelona, apenas salía de su campo y la posesión de balón, ese tesoro que maneja a su antojo el equipo de Guardiola, era del Real Madrid. Los minutos pasaban y el gol no llegaba. En el 80’ Mourinho daba entrada a Higuaín por Benzema. En el 82’ iba a producirse la jugada polémica del partido. Valdés mete la mano entre las piernas del portugués y le desequilibra tirándole al suelo. Penalti que Teixeira no vio. También el Barcelona reclamó uno de Pedro en los instantes finales del partido. Con el Madrid volcado en el área y el Barça defendiéndose como podía se llegó al final.
El Real Madrid, infinitamente superior, no pudo llevarse una victoria que mereció desde el pitido inicial. Ahora toca ganar en Barcelona. Algo que viendo el partido hecho por los jugadores blancos es totalmente factible. Quizás esta vez el fútbol le devuelva al Real Madrid lo que le ha quitado en el Bernabéu. Ganar la Supercopa en el Camp Nou es el objetivo. Eso será el miércoles 17 de agosto.
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