El portero del Real Madrid Iker Casillas se mostró disgustado tras el partido de vuelta de la Supercopa de España que enfrentó a su equipo ante el FC Barcelona en el Camp Nou y que acabó con victoria azulgrana por tres goles a dos, significando a la postre la consecución del título para los hombres de Guardiola.
Casillas aseguró que la trifulca final del partido entre jugadores de ambos equipos fue "porque en un partido así hay muchos intereses y está claro que puede haber conflicto". El guardameta del conjunto blanco añadió que todo lo acontecido en los instantes finales del choque fue porque supone "que habrán hecho una entrada y se habrán tirado al suelo como siempre".
El capitán madridista no quiso hacer más valoraciones sobre el encuentro y finalizó afirmando que "lo que está dicho, está dicho desde hace mucho tiempo. Por ocasiones, lo justo habría sido un empate".
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