Kaká superó sin aparentes problemas la operación en la rodilla izquierda en mayo de 2008. No obstante, la temporada siguiente (08-09) la inició de manera irregular. El 15 de diciembre asusta al cuerpo médico del Milán. Se pierde el choque ante la Juve. Parece una hernia inguinal. Le hacen pruebas y lo descartan. Sólo es una "inflamación en la región pélvica", es decir, pubalgia.
Nadie en el club italiano quiere poner ese nombre a esta lesión. Kaká afirma que puede jugar el siguiente partido contra el Udinese. Hay controversia entre el propio entrenador, Ancelotti, y Galliani. El técnico no cree que sea para tanto la dolencia. El vicepresidente, en cambio, considera que es más grave: "Dice lo que todos. Que intentará jugar el próximo partido, pero a lo mejor no lo hace en dos o tres meses".
Daniele Tognaccini, preparador físico del Milán por aquella época, confirma a nuestro compañero Marco Ruiz la lesión: "Tuvo problemas de pubalgia, pero no eran grandes". Al final, tras ese diagnóstico, sólo se pierde un partido de liga y juega siete encuentros seguidos hasta que vuelve a romperse. Esta vez por un problema con el pie izquierdo. En un Milán-Reggina, en el que el estado del terreno de juego no estaba en buenas condiciones. Se hizo daño por los tacos de la bota. Un misterio. A continuación se pierde cuatro partidos ligueros y juega los 11 últimos como titular. De ahí llega a la Copa Confederaciones con Brasil y luego al Madrid
Fichaje. El 8 de junio de 2009 pasa el reconocimiento médico para fichar por el Madrid en la concentración brasileña en Recife. Todo OK. Se hace oficial el traspaso por 67 millones. Su primera lesión se produce tras su mejor partido de blanco, un Barça-Madrid (29 de noviembre de 2009). Vuelve a aparecer un problema que se atisbó hace casi un año: pubalgia. Con esta lesión estuvo 43 días de baja (con descanso y recuperación en su país entre tanto).
Reaparece y llega a jugar el fatídico Madrid-Lyon en el que es sustituido por Pellegrini. Su jefe de prensa, Kotscho, se luce en Twitter: "Técnico cobarde siempre señala a un jugador". Sorprendentemente, se cae de la convocatoria para el siguiente choque liguero por unas ligeras molestias en el adductor. El informe médico indica que se trata de una contractura. No hay rotura. Se espera su vuelta para el siguiente partido (Sporting), pero no llega. El dolor no se va. Los doctores sólo se pueden fiar de las sensaciones del jugador. Siente molestias ante el Getafe, Atlético, Racing, Barcelona, Almería y Valencia. AS recoge aquellos días el mosqueo de la afición. Los foros madridistas en Internet ardían: "Si se sale en el Mundial es que se ríe de todos nosotros". De repente, esa misma semana, Kaká vuelve al grupo. Sale el 8 de febrero de 2010 en sala de prensa: "No tengo pubalgia crónica, fue una especulación mentirosa".
Explicaciones. Asimismo, Galliani, el mismo que dijo el año anterior que Kaká tenía pubalgia, en contra de la opinión de su entrenador, salió al paso para justificar el traspaso: "Kaká jugó ininterrumpidamente los últimos tres meses con el Milán. No tiene pubalgia crónica". No mintió. Es cierto que jugó todos esos partidos, es cierto que jugó ininterrumpidamente los tres últimos meses de la 08-09, como también lo hizo la campaña anterior cuando al final de temporada se operó. El problema de Kaká no era una pubalgia crónica sino su rodilla izquierda. Eso sí, Kaká no estaba dispuesto a perderse el Mundial...
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