Victoria merecida del Liverpool en Londres por 0-2 gracias a los sobresalientes Meireles y Suárez, revulsivos de un encuentro en el que, hasta su entrada, reinaba la igualdad. El Arsenal demuestra que tiene calidad pero que su jovencísima plantilla es insuficiente para luchar por los títulos.
El Arsenal confirma que un equipo joven puede ser competitivo pero insuficiente para luchar por los títulos. El equipo de Londres, definitivamente sin Cesc y con la baja de su heredero Wilshere, acusa la falta de un líder en el centro del campo y la debilidad defensiva en muchos instantes del encuentro. En una primera parte que fue de menos a más, la mala suerte se cebó con el equipo de Arséne Wenger. A los trece minutos, el central Konscielny tuvo que retirarse del terreno del juego por lesión para dar entrada al central español Ignasi Miquel. De esta forma, se produjo el debut del joven catalán en la Premier League.
Mientras el Arsenal basaba su juego en contraataques rápidos y en la verticalidad de Nasri y Walcott, el Liverpool aprovechó la debilidad defensiva de su rival y, tanto José Enrique como Downing, convirtieron el lateral zurdo en un auténtico pasillo por el que crear peligro. Se llevaban apenas 20 minutos cuando el Liverpool había avisado hasta en tres ocasiones pero la falta de puntería de Carroll y Kuyt, sumada a un magnífico Szczesny, evitó que el conjunto dirigido por Kenny Dalglish se adelantara en el marcador. Por entonces, el mediocentro londinense Frimpong se había ganado la cartulina amarilla por una entrada innecesaria.
Sin embargo, cuando parecía superior el equipo de Meyserside, aparecieron Nasri y Walcott para reflotar a los locales. Ambos dispusieron de oportunidades para poder marcar, bien con tiros lejanos o con llegadas desde la banda, pero sus ocasiones resultaron fallidas. Reina no tuvo excesivo trabajo durante los primeros 45 minutos. Des esta forma se llegaba al descanso.
Decisiva expulsión de Frimpong
La segunda parte comenzó sin cambios pero, pocos minutos después, la lluvia hizo su aparición y el partido se convirtió en un 'ida y vuelta'. Habían transcurrido 10 minutos cuando se produjo el primer acercamiento serio de la segunda parte. Un disparo al palo del lateral del Liverpool Kelly que sirvió de vaticinio de lo que llegaría poco después. Entonces, tras varios minutos de disputa, llegó la entrada tardía de Frimpong que le supuso la segunda tarjeta y, por tanto, su expulsión. A partir de ahí, el partido fue de los visitantes. Dalglish decidió dar entrada a Raul Meireles y Luís Suárez en lugar de un desaparecido Carroll y Kuyt. Tanto el portugués como el uruguayo fueron los revulsivos de un Liverpool que necesitaba piernas frescas.
Conexión Meireles-Suárez
Dos minutos después, el equipo 'red' dispuso de un par de ocasiones en apenas un minuto pero, en el 78, la mala suerte volvió a visitar a los locales. Meireles y Suárez enlazaron una pared, en la que el uruguayo arrancó en posición dudosa, que el debutante Ignasi Miquel se encargaría de desbaratar con la mala fortuna de que su despeje rebotó en su compañero Ramsey, introduciendo involuntariamente el balón en su propia portería. El Liverpool se adelantaba en el marcador y el Arsenal comenzaba a notar la exigencia física tras la expulsión de Frimpong.
El Liverpool pasó a ser el dueño absoluto del partido y, mientras los 'gunners' se mostraban excesivamente revolucionados, en el minuto 91, otra conexión Meireles-Suárez, previo pase de Lucas Leiva, sentenció el partido.
De esta forma, el Liverpool volvió a ganar en territorio 'gunner' once años después. La 'red-volution' de Dalglish comienza a coger forma y será mayor cuantos más minutos permanezcan en el campo Raúl Meireles y Luís Suárez.
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