La Juventus se detiene en los cuartos de final de la Coppa Italia. El camino bianconero se interrumpe en Bérgamo, donde el Atalanta, con una absoluta convicción desde el principio, se lleva una merecida clasificación con el 3-0 obra de Castagne y el doblete de Zapata.
El Atalanta comienza desde el principio con una evidente agresividad, obligando a la Juve a cerrarse. A los bianconeros les cuesta contener a los locales y sólo cuando consiguen mover rápido el balón son capaces de elevar la zona de presión. Pero son los bergamascos los que generan más peligro. Poco antes de la media hora ambos equipos deben efectuar sustituciones. Gasperini pierde a Ilicic y saca en su lugar a Pasalic, mientras que Allegri debe cambiar a Chiellini por Cancelo, ubicando a De Sciglio en el centro de la defensa junto a Rugani. A los diez minutos el portugués pierde un balón en una zona peligrosa, permitiendo a Castagne enfilar la portería y batir a Szczesny con un violento derechazo. Y a los pocos segundos Zapata hace el segundo de los nerazzurri, esta vez por medio de Zapata. Mientras tanto, Allegri protestaba por una falta sobre Dybala en el desarrollo de la acción y era expulsado por el árbitro Pasqua.
La Juve intenta cambiar la actitud a la vuelta de los vestuarios, pero pese a las llegadas el Atalanta consigue resistir la presión y estar atento en defensa. Al cuarto de hora Douglas Costa entra por Dybala y cinco minutos después goza de su primera ocasión, encontrándose con Berisha. Poco después es Khedira quien deja su puesto a Pjanic, pero pese a los esfuerzos la Juve no consigue concretar nada. Sin embargo sí cometió otro fallo en defensa, cuando De Sciglio toca mal hacia Szczesny habilitando de manera involuntaria a Zapata. Este regateó al portero y mandó a las redes el 3-0 que cerraba el partido y detenía el camino bianconero en Coppa Italia, tras cuatro años de triunfos.
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