domingo, 28 de octubre de 2018

Aparece un fenómeno


Tener a un fenómeno en el equipo ayuda. Y la Juve se ha aprovechado de la magia de Cristiano Ronaldo para resolver un partido más duro de lo previsto. En honor a la verdad, es cierto que Allegri ya había avisado en la víspera del peligro del Empoli, pero era difícil esperar un partido así por su parte. Y sin embargo el equipo de Andreazzoli ha hecho sufrir y mucho a los campeones de Italia, poniéndose por delante primero y no rindiéndose después del doblete de CR7.

Antes de empezar se intuía que sería una tarde complicada cuando se supo que Chiellini no podría jugar. Le tocó entonces a Rugani ocupar su puesto en una defensa de cuatro, en la que también estaba De Sciglio, quien debutaba esta temporada. Arriba, Ronaldo, Dybala y Bernardeschi se encontraron de inmediato ante el muro levantado por el Empoli delante de su área. Los bianconeros se veían obligados a un largo movimiento de balón, no muy rápido y previsible pero que aún así permitía que Ronaldo, Dybala y Pjanic consiguieran tirar alguna vez. Las llegadas entraban sobre todo por el lado izquierdo, con Alex Sandro generando peligro cuando llegaba al fondo. El Empoli dejaba claramente el balón a los bianconeros, pero cuando avanzaba lo hacía a gran velocidad. Y en uno de esos intentos llegó el tanto de Caputo, que tras una serie de rechaces recibió el balón para batir a Szczesny. La reacción de la Juve fue más tímida de lo previsto, con alguna llegada sin peligro, llegando al descanso con la sensación de que había que hacer algo más para dar la vuela al marcador.

La Juve salió de los vestuarios decidida a buscar el empate y en el minuto 8 Bennacer derribó a Dybala en el área. Calvarese señaló la pena máxima y Ronaldo convirtió su primer penalti italiano. El portugués ni lo celebró y se fue directo a por el balón para ponerlo en el centro del campo, una señal evidente de que la Juve no se conformaba con el empate. La actitud de la Juventus era muy distinta a la del primer tiempo, recuperando más arriba y moviendo con más velocidad, si bien el Empoli seguía sin perder la cara al partido. Cuadrado entró en el puesto de Bernardeschi, y justo después la potencia de Ronaldo cambió la cara al partido. En el 70', Cristiano recibió de Matuidi a veinte metros y desde ahí, tras dos toques, lanzó un violento derechazo que se coló por la escuadra. Provedel sólo pudo intentarlo, sin éxito, y Ronaldo convertía su séptimo gol como bianconero.

En un principio los toscanos parecieron acusar el golpe, pero a diez minutos del final se jugaron el todo por el todo. En ese sentido, Allegri metió a Douglas Costa por Pjanic para buscar los contragolpes y aprovechar los espacios. También entró Barzagli por De Sciglio para echar una mano a la hora de frenar a los encoraginados toscanos. Pero no consiguieron anotar y al final la victoria fue para los bianconeros, después de lanzar un suspiro de alivio. Porque estos tres puntos son seguramente los más sufridos de este campeonato, pero ganando partidos así, contra rivales ante los cuales hay que quitarse el sombrero, se construyen los éxitos de mayo.

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