sábado, 22 de septiembre de 2018

Muestra de fuerza ante la injusticia


Debutar en Champions contando con el jugador más decisivo de la competición y ver que ya no puedes contar con él a la media hora de juego, sin comprender el motivo, destrozaría a cualquier equipo. No para la Juve, que tras haber dominado durante esa media hora, se despojó de los malos pensamientos, inevitables tras la roja a Ronaldo, poniendo sobre el campo toda la experiencia, el carácter y la clase de la que dispone para batir al Valencia en su casa con dos penaltis anotados por Miralem Pjanic.

Jugar en un campo como este no es nada fácil, ya que Mestalla llevaba esperando el regreso de sus chicos a Champions durante tres años y desde el primer momento alentaron para imponer el ritmo del partido. Pero la Juve aguanta el ritmo inicial y pronto se hace con el control del partido, pudiendo adelantarse en los primeros veinte minutos con las claras ocasiones de Mandzukic, Khedira y sobre todo Bernardeschi, quien se encontró con un milagro de Neto. La Juve tiene el balón y parece que va a adelantarse en cualquier momento. Pero en seis minutos pierden a dos pilares fundamentales. Khedira se lesiona en el 23’ teniendo que dejar su puesto Emre Can y en el 29' todo se pone cuesta arriba tras el rifirrafe entre Ronaldo y Murillo. No parece nada grave, pero el señor Brych, tras consultar con el árbitro de área Fritz, saca la roja directa al portugués, quien deja el campo desesperado y a sus compañeros con diez. Su primera expulsión en 154 partidos de Champions disputados. El Valencia se llena de coraje y comienza a atacar, pero la Juve no se viene abajo y sigue contragolpeando. En uno de ellos llega el lanzamiento el travesaño de Cancelo, justo después del cual Parejo derribó al portugués dentro del área. Penalti, y Pjanic ejecuta a la perfección para mandar a la Juve al descanso por delante en el marcador.

El Valencia sale de vestuarios más agresivo y encadena varia opciones de peligro, pero de nuevo, tras un derribo de Murillo a Bonucci, el árbitro vuelve a señalar el punto fatídico. Y de nuevo el bosnio bate a Neto, lanzando al mismo lado que el primero. Mientras el Valencia lo sigue intentando, en el 65' Allegri hace el segundo cambio metiendo a Douglas Costa en el puesto de Pjanic rediseñando el esquema con un 4-4-1. Los bianconeros dejan la iniciativa al rival pero defienden con mucho orden, concediendo un cabezazo a Rodrigo y alguna conclusión desde lejos poco preocupante. La mala noticia fue entonces la salida del campo de Douglas Costa, que cojeando tuvo que dejar su puesto a Rugani.

Un cambio forzado, pero en cualquier caso útil para mantener las últimas intentonas de los locales. Y en pleno descuento llegó la cátedra de Szczesny, rechazando el penalti de Parejo, concedido tras una supuesta falta de Rugani. Final con un merecidísimo 0-2 para los bianconeros, capaces de normalizar una hazaña, porque esto es lo que es ganar en Mestalla jugando con un hombre menos durante una hora, y comenzar la Champions a lo grande. Con demostraciones de fuerza así es como se hace camino en Europa.

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