La Juventus sólo podía permitirse la victoria en Crotone. La ocasión de volver a sacar siete puntos a la Roma era demasiado importante y los bianconeros no la desaprovecharon, pese a no desplegar su mejor fútbol. El triunfo lo firmaron Mandzukic e Higuaín, en una segunda parte en la que el equipo de Allegri, cuando decidió pisar el acelerador, no tardó mucho en cerrar el encuentro.
Tal y como se anunció en la víspera, el técnico cambia jugadores, pero no el sistema. De ese modo Dani Alves y Rugani, Asamoah y Rincón, además de Pjaca, fueron titulares. El guion preveía un partido en un único sentido, pero el Crotone no perdía la atención cerrándose muy bien. Higuaín y Dybala gozaron de las primeras ocasiones, ambos sin encontrar fortuna. El primer tiempo tuvo muy poca historia, sin apenas ocasiones, llegando la más clara de los bianconeri casi al borde del descanso con una acción de Pjaca y Dybala que el defensa Ferrari consiguió desbaratar.
El partido siguió siendo un monólogo en la segunda parte, con una Juve más agresiva. Las dificultades venían sin embargo de la obligación de jugar en los últimos treinta metros, ya que el Crotone no se movía de su zona de tres cuartos. Pero a fuerza de insistir los bianconeros se pusieron por delante en el minuto 60 con un gol de Mandzukic, quien aprovechó un rechace de Cordaz tras un cabezazo de Asamoah. La entrada de Pjanic por Khedira diez minutos después de marcar el gol restó físico pero dio más agilidad, y de sus pies nació la acción del segundo gol. Abre el bosnio para Asamoah, toque para Rincón, quien ve la internada de Higuaín para anotar el 0-2.
A punto estuvo de llegar un tercer gol en las postrimerías con dos buenos disparos de Pjanic e Higuaín. Pero en cualquier caso hay que celebrar los dos goles, una superioridad que nunca estuvo en discusión y sobre todo los tres puntos que sitúan a Roma y Napoli a siete y nueve puntos de distancia. Un pequeño, pero valioso tesoro.
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