Un gran disparo lejano de Cuadrado decide un Clásico de Italia bonito y combatido, que confirma el buen momento del Inter pero también la supremacía de la Juve, no sólo ante el rival de hoy sino también y sobre todo en el campeonato. La solidez defensiva y el buen manejo del balón de los bianconeros ofrece una noche de gran espectáculo en un nuevo récord de asistencia en el Juventus Stadium.
Empieza fuerte Dybala, con un remate en el 3’ y otro al larguero en el 12' pero los de Pioli también crean peligro con Gagliardini, Joao Mario y de nuevo Gagliardini. Aparecen poco tanto Mandzukic como Higuaín, bien sujetados, aunque el primero tiene una ocasión a pase de Cuadrado después de dos nuevas llegadas de Perisic e Icardi. Y cuando ya parecía que se llegaría al descanso sin goles, Handanovic desvía a córner con una gran parada una falta directa de Pjanic y, a la salida del mismo, Cuadrado llega desde atrás para enganchar sin controlar un balón rechazado en la frontal y marcar por la escuadra un gran gol.
El Inter acusa el golpe porque tras la reanudación parece menos incisivo y convencido. La Juve roza el segundo con un remate de Pjanic y Pioli reacciona metiendo a Kondogbia y Eder por Brozovic y Candreva. Para contrarrestar la mejoría nerazzurra, entra Marchisio por Cuadrado. Los últimos minutos son vibrantes, el Inter ataca pero las mejores ocasiones llegan en las botas de Higuaín y Mandzukic. Entran Dani Alves y Rugani, la Juve pasa a la defensa de tres centrales y lucha por cada balón, gestionando el cronómetro. Una gestión de equipo seguro y maduro que no concede nada. Y que gana merecidamente.
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