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El campeón de Copa goleó al Cornellà en su estreno como local en la competición, se clasificó para octavos de final y amplió a 17 su histórico registro de victorias. Los blancos resolvieron el encuentro en la primera mitad, pese a que pudieron adelantarse los visitantes un minuto antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora si Boniquet hubiese convertido el penalti cometido por Arbeloa sobre el propio futbolista del conjunto catalán.
A partir de ahí, el Real Madrid fue un vendaval y en menos de 20 minutos, los que transcurrieron desde que James abriera el marcador en el 16’ hasta que sellase el doblete en el 34’, marcó tres goles. Todos fueron de bella factura. Isco asistió en el primero y el colombiano se inventó una sutil vaselina con la que superó a Íñigo. En el segundo hubo cambio de papeles y el internacional español definió en el mano a mano de forma muy similar a su compañero.
La conexión Isco-James había sido definitiva en los dos primeros tantos, pero el tercero llegó vía Chicharito dos minutos después. El mexicano, de primeras, asistió de tacón al colombiano, que disparó desde la frontal con una rosca tan precisa que Íñigo sólo pudo ver cómo se alojaba en su portería. El público del Bernabéu disfrutaba con su equipo, al que despidió con una sonora ovación al término de la primera mitad.
La reaparición soñada por Jesé
La segunda parte tuvo un nombre propio: Jesé Rodríguez. El canterano sustituyó en el 56’ a Khedira, que se marchó conmocionado del terreno de juego, y reaparecía 259 días después de su lesión de rodilla. Cuatro minutos después de que saltara al césped llegó el cuarto gol. Arbeloa vio a Chicharito desmarcado y el disparo del mexicano se estrelló en el larguero, pero el visitante Borja, que no puedo frenar su carrera, introdujo el esférico en su portería.
Si Jesé reapareció, el también canterano Javi Muñoz debutó en el 63’. Aunque fue el canario quién levantó al público de sus asientos en el 77’. Isco le asistió tras una gran jugada personal y Jesé, con un preciso disparo cruzado, cerró la goleada de su equipo. El delantero criado en ‘La Fábrica’ dedicó el tanto a su público y se abrazó a los fisios y médicos que le ayudaron en su recuperación. Fue el broche de oro a una noche redonda. Los blancos se enfrentarán en octavos al vencedor de la eliminatoria entre L’Hospitalet y el Atlético de Madrid.
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