Victoria de récord

Málaga pasará a la historia como la ciudad en la que el Real Madrid sumó su decimosexta victoria consecutiva y estableció un nuevo récord de triunfos seguidos en la historia del club. Los blancos están imparables y lo demostraron saliendo dominadores desde el comienzo. De hecho, los tres primeros disparos a portería fueron suyos. El más claro, el último. Bale cedió el esférico a Cristiano Ronaldo, que en el minuto 12 remató solo desde el punto de penalti pero Kameni salvó a su equipo con una meritoria estirada.

El partido transcurría como deseaban los blancos, con muchos espacios y un intercambio de golpes en el que abrieron el marcador. El contragolpe lo inició James en el 19’ y fue letal. Cristiano Ronaldo, en la banda izquierda,  recibió del colombiano, se inventó dos bicicletas para atraer a los defensas y asistió a Benzema, que definió con el exterior de la pierna derecha. Sexta asistencia del luso en los seis últimos encuentros que ha jugado. Tres de ellas han terminado en gol del francés.

Con una falta lejana de Duda, que golpeó en el larguero en el 43’, finalizó una vibrante primera mitad. La segunda también comenzó de forma emocionante y el Real Madrid tuvo dos claras ocasiones antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora. En ambas centró Bale y sólo transcurrió un minuto entre ellas. En la primera, el balón se marchó a escasos centímetros de la portería local tras la chilena de Cristiano Ronaldo en el 54’, mientras que la segunda llegó en un contragolpe en el que Isco robó el balón y posteriormente no pudo superar a Kameni en el mano a mano.   

Los madridistas llegaron con más asiduidad al área rival en la segunda mitad, pero se encontraron con un inspiradísimo Kameni. Eso se vio en la ocasión más clara del encuentro. Fallo en cadena de la defensa local en el 76’ y Cristiano Ronaldo, en el punto de penalti, se quedó sólo ante el portero camerunés, que volvió a salvar a su equipo.

Segunda asistencia de Cristiano Ronaldo

No pudo hacer lo mismo siete minutos más tarde. Balón largo de Marcelo, Cristiano Ronaldo lo peinó lo justo para que llegase a Bale y el galés hizo gala de su zancada para ganar en carrera a dos defensas locales y de su calidad para marcar con la derecha el segundo tanto de su equipo.

A partir de ese momento, el Real Madrid, pese a la rigurosa expulsión de Isco por doble amarilla en el 86’, se limitó a controlar el encuentro y a sacrificarse en pos de esta histórica victoria. Santa Cruz redujo distancias en el tiempo añadido, pero ya era tarde. Este equipo había logrado algo que no se había conseguido en los 112 años de vida del club.

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