Redondeando una semana espléndida

El Real Madrid deslumbró en Granada y volvió a demostrar su excelente estado mejor forma. Los blancos se divirtieron y firmaron un partido completo de principio a fin. Cuando todo funciona los réditos llegan solos y en el estadio Nuevo Los Cármenes sucedió prácticamente en la primera jugada del encuentro. Mejor no se podía empezar.

Modric asistió con el exterior a Carvajal, que como mejor ejemplo del momento de confianza que vive su equipo luchó un balón que parecía perdido, se lo arrebató a Murillo y se lo cedió a Benzema en el 2’. El francés vio el desmarque de Cristiano Ronaldo en el punto de penalti y el portugués hizo el resto, exactamente lo mismo que durante los 12 últimos partidos de los blancos: llevarlo a la red.

Si el resultado estaba acompañando, el juego no iba a la zaga. El Real Madrid dominaba y disfrutaba. El esférico se trasladaba con precisión y velocidad de un lado a otro y las llegadas eran constantes. Isco y James, con dos disparos desde la frontal, pudieron ampliar distancias en el 7’ y el 16’.

Aunque la mejor jugada hasta ese momento mereció otro final. Más de 20 toques consecutivos dieron los blancos, entre los que se pudo ver un nuevo pase con el exterior de Modric, un exquisito recorte de Isco en el que se marchó de tres rivales y una asistencia de tacón de Cristiano Ronaldo. Carvajal no acertó con la portería en el 25’.

Seis minutos más tarde llegó la exquisitez de James. Cuando aún teníamos en la retina la jugada anterior, llegó otra que la superó. Carvajal sacó de banda, Benzema cedió el esférico de espuela y el colombiano, sin dejar caer el balón, sorprendió a Roberto con una volea con el empeine de la pierna izquierda. Fue una obra de arte y la mejor manera de culminar la espectacular media hora de juego de los madridistas. La única nota negativa de la primera parte llegó en el 37’. Carvajal, con molestias, tuvo que ser sustituido por Arbeloa.

Más espectáculo tras la reanudación

Era difícil jugar mejor de lo que lo habían hecho los blancos en la primera mitad, pero este Real Madrid no tiene límites y en la segunda proyectó una imagen, al menos, igual de excepcional. Los blancos se gustaban y así llegó el tercer tanto del encuentro. Cambio de papeles con respecto al primero. Cristiano recibió en el 54’ al borde del área, pisó el balón, esperó a que se desmarcase Benzema y le asistió de tacón. El francés no falló en el mano a mano con Roberto.

El recital ofensivo no se quedó ahí y dos minutos más tarde Marcelo, desde la frontal, se encontró con el larguero en un potente disparo con la derecha. Fue entonces cuando el Granada se estiró y llegó con cierto peligro al área rival, pero Ramos y Casillas, muy acertados, desbarataron las tres ocasiones más claras de los andaluces.

Los visitantes, mientras tanto, seguían a los suyo y marcaron el cuarto en el 86’. Arbeloa, muy incisivo en la banda derecha, centró a Ronaldo. El portugués sólo pudo rozar el balón y James lo llevó a la red sobre la línea de gol. Este Real Madrid está imparable.

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