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Hay escenarios que engrandecen una victoria. Anfield es uno de ellos. Allí, ante un público entregado a la causa de un Liverpool que sólo había perdido uno de sus últimos 18 partidos europeos en casa, los blancos pusieron a prueba su excepcional estado de forma y pasaron con nota un complicado examen sumando su octava victoria consecutiva. Afrontaron el comienzo del choque ordenados, solidarios y paliaron de esta forma unos veinte primeros minutos de presión asfixiante tanto por el conjunto rival como por su afición. Hasta ese momento sólo un disparo de Gerrard desde la frontal impacientó a los madridistas.
Contrarrestada esta atmósfera llegó el momento del Real Madrid y en diez minutos desarboló de tal manera a su rival que dejó decidido el encuentro. Cristiano Ronaldo fue quien golpeó primero. Su olfato goleador no tiene límites. El excepcional entendimiento que tiene con James hizo el resto. El portugués cedió el esférico al colombiano, que observó el desmarque de su compañero y asistió desde la frontal a la espalda de la defensa. El luso definió en el 23’ con un toque sutil e inalcanzable para Mignolet.
El segundo tanto llegó siete minutos después. Kross centró y Benzema, en el segundo palo y de cabeza, batió al cancerbero local con una bonita vaselina. Los blancos ampliaban distancias y disfrutaban en este escenario tan adverso para los rivales del Liverpool. Tanto que en el 41’ habían batido a Mignolet por tercera ocasión. El galo fue de nuevo protagonista. Kross sacó el córner, Pepe peleó el balón en el área y Benzema lo aprovechó para sellar su doblete a placer.
Imbatidos por tercer partido consecutivo
Histórica primera mitad del Real Madrid, en la que Casillas puso su granito de arena tras una prodigiosa estirada que hizo dos minutos más tarde al disparo de Allen. Con la misma intensidad afrontaron la segunda mitad los blancos, que se adueñaron del esférico y cuando lo perdían seguían presionando como si el marcador estuviese aún igualado. Quizá por esta implicación las ocasiones seguían siendo suyas. Cristiano Ronaldo tuvo la más clara en el 64’, pero Mignolet estuvo más acertado en el mano a mano. Diez minutos más tarde se marchó ovacionado.
“Así gana el Madrid” se escuchó en las gradas de Anfield. No era para menos. Los blancos firmaron su octava victoria consecutiva, se marcharon imbatidos por tercer encuentro seguido, golearon al Liverpool en una inolvidable primera mitad y ganaron por primera vez en este estadio. Todo ello a tres días del Clásico. El Real Madrid llega imparable y el Bernabéu ya espera impaciente la cita.
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