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Inmerso en una situación más que irregular en la Premier League, el Liverpool recibía al Swansea City con motivo de la cuarta ronda de la Capital One Cup, para la que Anfield era mero espectador de una eliminatoria a partido único que se presentaba muy igualada. Los reds arrancaron mordiendo al rival, cuando con tan solo cinco minutos transcurridos Jordan Henderson mandó alto un buen disparo.
El mismo Henderson endosó un gran pase a Lazar Markovic minutos después, pero el serbio desaprovechó la ocasión al no encontrar puerta. En una primera mitad en la que el Liverpool fue su gran dominador, Jones volvió a intervenir formidablemente al filo del descanso a un disparo potente de Jonjo Shelvey.
El Liverpool abría la segunda mitad con la sensación de ser superior, pero sin haber podido transformar hasta el momento su dominio en una ventaja reflejada en el marcador. Cuando parecía que el gol red era cuestión de minutos, Marvin Emnes no perdonó con la zurda en un disparo cruzado que terminó abriendo el marcador, pero por parte de los visitantes.
En los minutos finales, el Swansea se sintió mucho más cómodo, mientras que el Liverpool no acababa de encontrar la manera de superar a un rival que estaba dando la campanada en la Capital One Cup. Hasta que apareció Mario Balotelli tras un gran pase de Fabio Borini que se coló por toda la portería. Sin tiempo para reaccionar, el Swansea recibió el segundo golpe en el 95', cuando Dejan Lovren no desaprovechó la falta ejecutada por Coutinho. Anfield enloquecía con una remontada que apaciguan las aguas del Liverpool.
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