Empate a nada

El resultado no fue el mismo que ante el Real Madrid, pero de nuevo el Liverpool se llevó un duro golpe en Anfield. Los reds fueron incapaces de pasar del empate a cero ante un Hull City que encontró en el portero Eldin Jakupovic a su salvador. Los locales tuvieron ocasiones de ponerse por delante, sobre todo a balón parado, un aspecto que lo de Steve Bruce no supieron trabajar bien.

Contra toda lógica, los de Steve Bruce comenzaron el partido intentando llevar el peso del partido. Una situación que no le duró mucho a los Tigers que rápidamente vieron a los locales acercarse a su área. Ya en el minuto siete se pidió un posible penalti sobre Raheem Sterling. El extremo se fue al suelo tras notar la carga de un defensor, pero el colegiado no vio penalti. Si vio la mano del internacional inglés que agarró la pelota al caer al suelo.

Para los de Brendan Rodgers, el balón parado empezó a convertirse en el arma más importante de los Reds. Así llegó una buena oportunidad de Dejan Lovren, que tras un saque de esquina consiguió cabecear a portería. Con Jakupovic vencido tuvo que ser Elmohamadi el que sacase en la línea el balón. También Balotelli quiso tomar protagonismo en un día en el que se dudaba de su titularidad. El italiano intentó sacarse un remate fuerte pero sin ángulo que el guardameta logró desviar a córner.

No fue hasta los últimos instantes de la primera mitad cuando el Hull City buscó con cierto peligro a Simon Mignolet. Una buena jugada de Ben Arfa por la derecha acabó con un pase al área para Livermore que envió su zapatazo a las manos del meta rival.

En la segunda mitad, el Liverpool trató de reencontrarse con su estilo de juego habitual basado en la verticalidad. Fue Gerrard el que mejó interpretó las necesidades de su equipo y quien tiró de los suyos. De sus botas salieron dos buenas ocasiones en disparos desde la frontal del área que pasaron muy cerca de la portería rival. Pero como viene siendo habitual en el cuadro de Rodgers, el que volvió a decepcionar fue Mario Balotelli. El delantero pudo cabecear en dos claras ocasiones centros medidos de sus compañeros, pero el italiano fue incapaz en todas ellas de entrar en contacto con la pelota.

Con el pasar de los minutos, los de Merseyside volcaron su juego en el área rival. El Hull se juntó y a los reds les costaba llegar. De nuevo la estrategia parecía ser la mejor manera de inquietar al cuadro rival. En una de estas jugadas, Coutinho se hizo con un rechace que Jakupovic mandó a saque de esquina con una estirada espectacular. El suizo desbarató los planes del Liverpool y consiguió la alegría para los suyos tras conseguir el empate.

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