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El Liverpool quería buscar en Anfield una victoria para reconciliarse de manera definitiva con su afición, dolida tras la derrota ante el Swansea que le eliminaba de la Capital One Cup. Se llegaban, además, a los 600 partidos de Steven Gerrard con la camiseta 'red', homenajeado como el eterno capitán que es de este club.
El Newcastle comenzó el partido ausente, bien en defensa y desaparecido en ataque, con un Liverpool muy activo pero, para variar, sin acierto de cara a portería. Hasta de seis ocasiones claras pudieron disfrutar los de Brendan Rodgers, sin finalizar ninguna de ellas.
No pareció necesitar mucho más el Newcastle, bien plantado en el campo atrás y generando pocas ocasiones de peligro. Sin embargo, hicieron ver que la pegada es algo muy importante, con un balón colgado de Ben Arfa que llegó a las botas de Cabaye, el cual enganchó un gran disparo esquinado y sin apenas ángulo para poner el 0-1 en el marcador a finales del primer tiempo.
La segunda parte fue un calco hasta que el Liverpool metió la directa. José Enrique se inventó un pase desde su campo que Luis Suárez recogería para, tras realizar un gran movimiento, enviar el balón a la portería visitante. Llegó además, minutos después, una ocasión clarísima de gol que el uruguayo regaló a Jonjo Shelvey, que fue incapaz de empujar a gol.
Lo seguía intentando por activa y por pasiva el equipo de Merseyside, con grandes jugadas colectivas que Suárez, Sterling o Gerrard no podían finalizar. Coloccini quiso protagonismo y en el minuto 82 se ganó una merecida tarjeta roja por un intento de agresión a Luis Suárez muy claro, con una entrada terrible sin balón que a punto estuvo de llevarse la pierna del uruguayo.
Más y más ocasiones que se quedaron en nada. El enfado de los aficionados empieza a ser serio, al pensar si ellos han sido "los tontos" en la Premier que van a jugar sin un delantero hasta que la directiva decida fichar. No pinta bien el futuro 'red' por el momento, pese a su dominio y buen juego, su fragilidad en ciertos partidos atrás y su nula capacidad a la hora de marcar un gol están generando muchos enfados en la ciudad.
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